Es uno de los suplementos más seguros y con más beneficios que existen
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Es uno de los suplementos más seguros y con más beneficios que existen
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Javier Angulo y el uso de suplementos en la alimentación.
CEDIDA
Actualizado el 26/09/2025 a las 17:49
Aunque la mayor parte de los suplementos tienen pocos estudios con rigurosa validez científica, no ocurre lo mismo con esta sustancia que es una de las moléculas deportivas más estudiadas y consumidas del planeta. La creatina es uno de los suplementos más seguros y con más beneficios que existen, puesto que miles de evidencias científicas lo atestiguan. Presente de forma natural en alimentos proteicos de origen animal, posee diferentes mecanismos de acción que resultan interesantes tanto para el rendimiento deportivo como para la salud mental.
La creatina es una molécula nitrogenada producida principalmente en el hígado, aunque pequeñas cantidades lo hacen también en el riñón y el páncreas. Se sintetiza de forma natural a través de tres aminoácidos (L-arginina, L-glicina y L-metionina) a razón de un gramo por día. Es un ácido orgánico nitrogenado más pequeño que un péptido y su función principal es la de aportar energía rápida para las células musculares y nerviosas.
El contenido de creatina en un adulto atlético de unos 70 kilos es de aproximadamente 120 a 150 gramos, más o menos la cuarta parte de su glucógeno total. La producción hepática diaria es de alrededor de dos gramos y la ingesta diaria con una dieta normal omnívora es de un gramo más o menos. El 95% se encuentra en los músculos y el resto en riñón, hígado, cerebro, testículos y células fotorreceptoras de la retina. Se almacena en el músculo en un 40% como creatina y en un 60% como fosfocreatina. Diariamente entre el 1% y el 3% del contenido total se transforma en creatinina, que pasa a la sangre, se filtra por los glomérulos renales y se elimina por la orina. Es lógico que aumente este metabolito tras la ingesta de creatina pero eso no indica nada anormal.
Las proteínas animales contienen creatina aunque habría que tomar grandes cantidades para lograr los efectos ergogénicos que provoca la suplementación. Los alimentos que más la contienen son: el arenque 8 gramos por kilo, el salmón 5 g, el atún 4,5 g, el bacalao 3 g, las carnes rojas 4,5 g, el pollo 4 g, el conejo 3,5 g, el hígado 4,5 g... pero la leche con 0,02 gramos al igual que el huevo contienen cantidades ínfimas.
Como suplemento se ha usado desde hace varias décadas por millones de deportistas, mostrando bajísimos niveles de toxicidad y múltiples efectos beneficiosos a nivel del rendimiento, de la recuperación muscular e incluso de la cognición.
La creatina es una sustancia que aporta energía de manera inmediata sin necesidad de oxígeno. Esto resulta interesante a nivel muscular en deportes de alta intensidad ya que permite suplir las demandas energéticas en acciones explosivas y tras la recuperación de las mismas. A nivel neuronal este mecanismo permite la regeneración rápida de ATP en el cerebro asegurando un suministro energético en situaciones de alta demanda (por ejemplo en procesos neurodegenerativos). Por otro lado esta sustancia provoca una retención de líquido a nivel intramuscular lo que favorece un entorno favorable para la hipertrofia y le regeneración de tejidos.
Todos pueden beneficiarse del consumo de esta molécula. Los deportistas porque aumenta la fuerza entre un 10% y un 15%, influyendo positivamente en la potencia y resistencia muscular, acelera la recuperación, preserva la musculatura cuando hay lesiones, ayuda al incremento de las reservas de glucógeno muscular y también parece incidir en la salud cardiovascular al reducir los triglicéridos, la fracción LDL-colesterol y la homocisteína, favoreciendo el flujo sanguíneo en extremidades al aumentar la producción de óxido nítrico.
Y en personas mayores por el incremento de la masa muscular lo que implica entre otras cosas menor riesgo de caídas y además porque posee efectos nootrópicos, es decir, mejora la función cognitiva en general a todos los niveles (memoria, toma de decisiones, velocidad de reacción, capacidad de esfuerzo mental...), reduce la sarcopenia y existen numerosos estudios en los que combinada con entrenamientos de fuerza, con la toma de aminoácidos esenciales y con la ingesta de enzimas digestivas se logran resultados esperanzadores en fuerza, masa muscular, densidad ósea y fluidez mental.
El uso de creatina en sujetos sanos por tiempos prolongados es seguro para la salud y no hay evidencias de que produzca daño renal crónico. Los reportes de nefrotoxicidad son muy escasos en individuos sanos. Se recomienda no utilizarlos en sujetos con nefropatías crónicas o que ingieran drogas nefrotóxicas al no existir evidencias suficientes sobre su seguridad y eso lo debe valorar el facultativo.
La dosis aconsejada en adultos oscila entre 3 y 5 gramos al día. Quienes son veganos se benefician más de su toma ya que suelen tener los depósitos más bajos. La forma más segura y barata es el monohidrato de creatina, aunque la industria de los suplementos dispone de otras formas moleculares que encumbran a través de propaganda con la finalidad de obtener mayores beneficios económicos. El sello Creapure® es una marca de garantía alemana para el monohidrato de creatina que certifica que el producto es de alta pureza, está libre de contaminantes y que se ha fabricado bajo los más estrictos estándares de calidad y control, por lo que se propone que quien la consuma se asegure que el producto lleve este sello.
Hay varias maneras de tomarla y una es realizando una fase de carga de 20-25 gramos en varias tomas de 5 gramos a lo largo del día para después pasar a una sola toma de 3-5 gramos diarios durante varias semanas. De este modo se llenan más rápido los depósitos musculares aunque esto suele recomendarse cuando se buscan mejoras de rendimiento a corto plazo. El problema de este protocolo es que existe más sobrecarga y puede provocar molestias gastrointestinales en gente sensible, con lo que no merece la pena. La toma diaria de 0,08 gramos por cada kilo de peso corporal resulta mucho más segura.
Como nutricionista, con más de treinta años de experiencia, lo primero que recomiendo es que la educación en hábitos saludables se produzca en las primeras etapas de la vida, donde la
alimentación, el
ejercicio y el
sueño sean los pilares sobre los que debe asentarse la verdadera pirámide de la salud y uno debe adaptar su propio sistema nutricional a su estilo de vida, a sus respuestas metabólicas y a sus expectativas. El uso de suplementos está justificado en caso de carencias en nutrientes esenciales, como refuerzo en dietas para deportistas, en sistemas con balances energéticos negativos o para la búsqueda de incrementos en el rendimiento deportivo, siendo el primer objetivo “siempre la salud”. En el caso de la creatina, conocidas sus virtudes y sus apenas efectos adversos, sugiero la toma en dosis moderadas y con periodos de descanso prolongados. El consumo de 3 a 5 gramos por la mañana o tras un entrenamiento intenso durante un periodo de ocho semanas con un periodo de un mes sin toma parece razonable para el mayor grueso de la población, aunque habría que personalizar las dosis y periodos de descanso según el perfil y el objetivo a conseguir.