La bici roja, o KTM, sigue ocupando un lugar relevante en mi corazón, no en vano es la bici con la que me gané a base de disciplina saliendo a diario con la Rock Machine tras una década y media de sedentarismo. Y también porque está construida con mis manos, ya que prácticamente sólo mantiene el cuadro original. Es la bici que uso para ejercitarme a diario, cuando salgo con vecinos y amigos, donde a la Occam no le puedo sacar el jugo, y cuando quiero hacer tiradas más largas o, sencillamente, correr más.
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En plan más mundano, hoy quería comentar un pequeño incidente mecánico. En una mini bajada sin mucha historia, he debido pisar una piedra o meterme en un surco y la cubierta ha destalonado momentáneamente, perdiendo bastante aire con el típico ruido de camión soltando aire, pero sin llegar a vaciarse ni destalonar. Así que he tenido que parar a poner aire cruzando los dedos. He dudado si usar un cartucho de CO2, ya que estaba un tercio llena más o menos y al final le he dado aire suficiente con la micro bomba de OnOff que llevo, pudiendo terminar la ruta sin problemas aunque bajo de presión por no querer perder mucho tiempo (estas bombas están geniales por su tamaño y hacen su función, pero son leeeentas de narices) .
Me ha mosqueado que no haya señales de líquido en los flancos, típico cuando ocurren estas cosas. Es verdad que el líquido que uso (Finish Line) es más denso de lo habitual, pero también que llevo una racha que tengo que reponer presión cada dos/tres días, incluso después de haber rellenado líquido. Así que en cuanto tenga ocasión, a meter la rueda en agua por si hubiera alguna fuga no sellada y volver a rellenar si es necesario.