Pues nada, inicio este hilo para comentar experiencias de estas veces que nos vemos ya en el suelo y por alguna razón nos hemos liberado de una buena caída.
Os cuento la mía de hoy:
Hoy me he ido de ruta con la peña en una zona de monte, de estas de terreno duro de rodar, con piedras como puños en parte del recorrido. Además, como por aquí eso de llover no sabemos qué es lo que es, el terreno está muy suelto. En la última bajada, que era la segunda vez que la hacía, no recordaba que tras una recta larga donde se cogía bastante velocidad, había una curva en plan sacacorchos hacia abajo, con terreno totalmente suelto y pedregoso. El caso es que me la comía y hacer un recto no era una opción, pues había una buena cuneta y tampoco quería acabar estampado en un chaparró. Así que, tirando de freno trasero (el freno delantero no me parecía buena opción en ese momenton que tenía que girar a tope con el terreno tan suelto), he hecho una derrapa de la ostia, con la bici cruzada y dando botes que te cargas la rueda trasera durante varios metros (recuero que llevo una rígida) y lo que me ha salvado es que la rueda delantera me ha llevado justo por donde yo quería, sin que perdiera la trazada en ningún momento. A esto hay que unir que a la salida de la curva había unos senderistas que por suerte les había dado tiempo a echar a un lado. Vaya susto que se han llevado los pobres al vernos pasar. Menos mal que los habíamos visto antes y sabían que íbamos a bajar por ahí.
Justo ayer le bajé presión a la horquilla para aprovechar mejor el recorrido y salí con una presión en rueda delantera de 1,6bar, menos de lo que habitualmente llevo. Quizás esto me haya salvado de una ostia memorable. Reconozco que se me han puesto de corbata 🥚🥚.
Pongo una fotillo antes de iniciar la bajada :
Os cuento la mía de hoy:
Hoy me he ido de ruta con la peña en una zona de monte, de estas de terreno duro de rodar, con piedras como puños en parte del recorrido. Además, como por aquí eso de llover no sabemos qué es lo que es, el terreno está muy suelto. En la última bajada, que era la segunda vez que la hacía, no recordaba que tras una recta larga donde se cogía bastante velocidad, había una curva en plan sacacorchos hacia abajo, con terreno totalmente suelto y pedregoso. El caso es que me la comía y hacer un recto no era una opción, pues había una buena cuneta y tampoco quería acabar estampado en un chaparró. Así que, tirando de freno trasero (el freno delantero no me parecía buena opción en ese momenton que tenía que girar a tope con el terreno tan suelto), he hecho una derrapa de la ostia, con la bici cruzada y dando botes que te cargas la rueda trasera durante varios metros (recuero que llevo una rígida) y lo que me ha salvado es que la rueda delantera me ha llevado justo por donde yo quería, sin que perdiera la trazada en ningún momento. A esto hay que unir que a la salida de la curva había unos senderistas que por suerte les había dado tiempo a echar a un lado. Vaya susto que se han llevado los pobres al vernos pasar. Menos mal que los habíamos visto antes y sabían que íbamos a bajar por ahí.
Justo ayer le bajé presión a la horquilla para aprovechar mejor el recorrido y salí con una presión en rueda delantera de 1,6bar, menos de lo que habitualmente llevo. Quizás esto me haya salvado de una ostia memorable. Reconozco que se me han puesto de corbata 🥚🥚.
Pongo una fotillo antes de iniciar la bajada :
