Efectivamente, tengo la experiencia de mi zona, que es rural, poco habitada y envejecida. Por haber no hay ni vigilancia, el Seprona dejó de aparecer en la crisis del 2008 (cuando no tenían para gasolina).
Pero lo que veo de Collserola no tiene sentido: o es una zona protegida o un parque urbano, porque con esa afluencia no puede ser las dos cosas. Es lo que decía en mi mensaje inicial: lo que define el impacto no es el medio, sino la frecuencia. Por aquí, como si voy en tanque. Por Collserola y otras zonas adyacentes a grandes núcleos de población, ya los senderistas llegan de sobra para hacer grandes destrozos.
Y la actuación de las autoridades va en función de lo que he dicho. Aquí hace nada se ha organizado una ultramaratón que pasaba por zonas protegidas y cinco ayuntamientos. Como te puedes imaginar, se necesitó mover papeles a nivel local, provincial y autonómico. La respuesta: colaboración total, medios a tope. Pero claro, era un evento con un límite impuesto por la organización de 300 participantes (vinieron 100) + vehículos de la organización, cuando un día cualquiera en Collserola, ¿cuánta gente tienes? El resultado es que en lugar de promover, se reprime, no queda otra mientras el parque tenga el estatus legal que tiene.